Las últimas informaciones que nos llegan de los medios de comunicación ponen como ejemplo el modelo de gestión del COVID-19 de Corea del Sur y el uso de las tecnologías de rastreo (contact tracing) como ejemplo para detener la propagación del coronavirus. Una explicación en detalle de cómo funciona este modelo ha sido realizada por la BBC en Español.

Es así que el concepto de contact tracing se está instalando en el debate público y seguiremos escuchando más de él en el futuro. En este artículo vamos a revisar algunos de los conceptos claves para entender qué es el contact tracing y sus desafíos presentes y futuros.

Monitoreo COVID-19 o contact tracing

El monitoreo COVID-19 o el término en inglés contact tracing, rastreo de contactos en español, se usa para referirse al proceso de identificación de las personas que pueden haber estado en contacto con otra persona infectada por COVID-19, de modo que las autoridades sanitarias dispongan las acciones necesarias para encapsular estos potenciales focos de infección, asilarlos y así reducir la dispersión de la pandemia.

Recordarán los lectores, que en la primera fase de la pandemia, cuando los primeros casos detectados por COVID-19 se debía a personas que provenían del extranjero, se anunció que se realizaba un rastreo manual de todas las personas con las que pudieron haber tenido contacto estos primeros casos.

Sin embargo, el número de personas con las que interactuamos en la calle, es exponencial, y por tanto, hay un límite para poder registrar todas las interacciones si se realiza de forma manual.

En una época en la que los celulares, y la posibilidad de geolocalizarlos, son omnipresentes en nuestra vida social, el rastreo de contactos ha regresado a la palestra aupada por la promesa del uso de herramientas de big data e inteligencia artificial para procesar la gran cantidad de datos generados del rastreo de los casos positivos de COVID-19.

Por estos motivos, los países comienzan a implementar estas tecnologías de forma masiva. Un ejemplo de esto es Alemania, que acaba de lanzar una App para este fin, con la particularidad de que el registro de datos no se realizará de forma centralizada, sino de forma individual en el celular del usuario.

Ojo que siempre, la realidad excede a la promesa de la tecnología, y Edgar Huaranga, egresado UNI ya abordó este tema en dos artículos en Hiperderecho: la falsa promesa de la geolocalización y ¿seremos salvados por el Bluetooth?

Además, si no fuera suficiente la compleja vida social actual, detrás de la implementación de esta tecnología convive un delicado (des)equilibro entre la protección de la privacidad de las personas y la vigilancia de la actividad social colectiva por motivos de salud pública.

Rastreo de contactos y el derecho a la privacidad

Ante la urgencia de implementar estas tecnologías, es importante recordar que ante la necesidad de realizar procesos de vigilancia, el derecho a la privacidad de las personas debe mantenerse, reforzarse y protegerse.

Hiperderecho, una ONG especializada en promover el respeto de los derechos y libertades en entornos digitales, está continuamente elaborando artículos reflexionando sobre el desafío de mantener nuestros derechos individuales y colectivos, ante las nuevas formas de vigilancia en nuestro país.

Por ejemplo, en su último reporte, nos muestra que la implementación de la app “Perú en tus manos” aún tiene preguntas por responder. Vale decir que recomendamos revisar los demás artículos que han elaborado en su especial COVID 1984.

Si ya antes el uso de herramientas como la big data y la inteligencia artificial eran usadas para mejorar la eficiencia de los algoritmos, la situación actual no hace sino acelerar esta tendencia, que irá de la mano con la automatización de la fuerza laboral.

Debemos por tanto reconocer que el uso de la inteligencia artificial, y su enseñanza en lo que nos compete como universidad, se acelerarán mucho más a partir de esta pandemia. Y esto sí es un desafío cercano para la UNI.

La ética y la inteligencia artificial

La agencia SINC, de la Fundación Española para la Ciencia y Tecnología, elaboró un interesante artículo donde se aborda la importancia y exigencia de transparencia para cualquier empresa u organización que trabaje con IA “¿por qué debería preocuparte la ética de la inteligencia artificial?).

El diseño y el uso de los algoritmos requiere un comportamiento ético de todos los actores involucrados. Esta responsabilidad, también se traslada a las universidades, cuna de los futuros ingenieros y programadores que desarrollarán estos algoritmos.

Existen propuestas que desarrollan nuevos marcos conceptuales para abordar el desarrollo ético de la IA en beneficio de la sociedad. Por ejemplo el Berkman Klein Center for Internet & Society ha publicado un interesante marco de ético de aplicación de la inteligencia artificial (en inglés). Será interesante ver cómo se desarrolla esta nueva área en nuestra universidad.


Este artículo forma parte del #EspecialCOVID-19 del Programa de Responsabilidad Social del Centro de Proyección y Responsabilidad Social de la Universidad Nacional de Ingeniería (CEPS-UNI).